Ser testigos oculares del trabajo del gobierno municipalInnovación
El Pasukan Oranye es un equipo dedicado a la gestión de residuos sólidos en toda la ciudad que fue creado en el seno de la Agencia de Gestión de Infraestructuras e Instalaciones Públicas (PPSU) y que se encarga de hacer “el trabajo sucio” para gestionar los servicios de saneamiento municipales. Apodadas las "Tropas Naranjas" (#Pasukan-Oranye) por los uniformes naranjas que usan los trabajadores contratados, las responsabilidades de los trabajadores incluyen la limpieza de desagües, recolección de basura y reparación de baches. Contratar a trabajadores para el saneamiento es importante, pero no es precisamente algo innovador. La innovación de Yakarta fue crear una marca para esta iniciativa y hacerla parte de una estrategia de comunicación de mayor alcance, de modo que se asociara a los omnipresentes trabajadores vestidos de naranja con un gobierno municipal eficaz.
Desafío Democrático
La democracia debe materializar la promesa de logar un gobierno más receptivo y responsable que ayude a los ciudadanos de a pie, en particular (pero no sólo) tras una transición democrática. Sin embargo, las reformas estructurales que acompañan a una transición son a menudo invisibles para los ciudadanos, o peor aún, el dinero público se invierte en instalaciones, salarios, capacitación y otros privilegios con el fin de defender, apoyar e inmunizar a los miembros de la élite de las legislaturas y los tribunales independientes. Los ciudadanos podrían sentir que no tienen ningún interés en el gobierno, y la desilusión y frustración resultantes pueden socavar seriamente la consolidación (o la sostenibilidad) de las normas y valores democráticos.
"Estoy más que feliz de pagar mis impuestos para pagar las Tropas Naranjas."
Una publicación en Facebook de un residente de Yakarta
¿Cómo lo hicieron?
Antes de 2015, la gestión de los residuos sólidos en Yakarta estaba descentralizada: las pequeñas unidades comunitarias y vecinales se encargaban de recolectar la basura y luego de contratar a personas o equipos de trabajo, principalmente para limpiar alcantarillas y ríos. El alcance del trabajo y la capacidad de pago de los residentes variaba de un barrio a otro, y el sistema era inseguro para los trabajadores, muchos de los cuales ganaban un tercio del salario mínimo o menos. Basuki "Ahok" Tjahaja Purnama, ex gobernador de Yakarta, al parecer se sentía frustrado al ver rumas de basura, carreteras dañadas y desagües obstruidos en las inmediaciones de la ciudad. Su departamento de saneamiento organizó una primera campaña de limpieza de ríos, y animó a los trabajadores a publicar imágenes de antes y después en las redes sociales para sensibilizar a la opinión pública sobre los problemas causados por la basura. Luego, en 2015, Yakarta aprobó un reglamento que centralizaría su sistema de gestión de residuos, recogiendo la basura directamente de los hogares y colocando a los trabajadores de saneamiento y mantenimiento en la planilla del gobierno. Las cuadrillas de trabajo se distribuyeron uniformemente por toda la ciudad, con 40 a 70 trabajadores asignados a cada uno de los 267 distritos. La ciudad instituyó un salario mínimo fijo, contratos anuales y acceso a beneficios como ayuda para el transporte y la educación para los hijos de los trabajadores. Y, por supuesto, los trabajadores recibieron uniformes y botas naranjas distintivas.
Pero no fue sólo la ropa naranja la que dio visibilidad a los Pasukan Oranye (Tropas Naranjas), sino que también ocupan una posición inusualmente destacada en la vida urbana debido a la relación que existe entre los desechos sólidos y las inundaciones. Además de encargarse de la gestión diaria de los residuos, de las reparaciones urgentes de instalaciones y de responder a las notificaciones de los ciudadanos a través de la aplicación Qlue en los teléfonos móviles, las Tropas Naranjas están de guardia para actuar en caso de que la basura obstruya los desagües y contribuya al problema de las inundaciones masivas estacionales de la ciudad. En su primer año de operación, se les atribuyó frecuentemente el mérito de mantener a Yakarta a flote durante las lluvias torrenciales.
¿Cuál es el avance?
Gratitud por resolver un problema real. Los ciudadanos respondieron positivamente a la visible reducción de basura, ramas caídas de árboles, baches y daños a las instalaciones, y dieron crédito a los omnipresentes trabajadores de la ciudad con trajes anaranjados. Poco después de que los uniformes naranjas salieran a la calle, un bloguero escribió: "Gracias, señor Ahok, ahora su presencia se siente en cada rincón de la capital con un uniforme naranja.” En 2016, un comentarista de redes sociales comentó: "Estoy más dispuesto a pagar mis impuestos para pagar las Tropas Naranjas que para pagar a los miembros del DPR/DPRD. Gracias Tropas Naranjas:)”. A principios de 2017, un video de un trabajador del PPSU que se zambulló en aguas residuales para desatascar un desagüe se convirtió en algo viral, y los comentaristas se maravillaron de la dedicación de los trabajadores.
Diferencia para los pobres. Nueve de cada 10 encuestados dijeron en una encuesta del periódico Kompas que el programa de las Tropas Naranjas valía la pena. La satisfacción con el desempeño de las Tropas Naranjas fue mayor entre los residentes de menores ingresos de la ciudad, aquellos que ganan menos de $375 USD al mes. (El salario mínimo es de alrededor de $230 USD por mes.) El periódico especuló que estos son los residentes con mayores probabilidades de notar una diferencia en su entorno, y también señaló que el programa está generando puestos de trabajo estables con un ingreso fijo para los trabajadores relativamente poco calificados.
Efecto de demostración. El éxito de la iniciativa ha inspirado a más tropas de diferentes colores: Tropas verdes para el mantenimiento de parques, espacios abiertos y cementerios; Tropas azules de la agencia de gestión del agua para combatir las inundaciones; y Tropas moradas que consisten en trabajadores de la salud y voluntarios de la lucha contra el alzhéimer para ayudar a los ciudadanos vulnerables que padecen de demencia.
Consideraciones
Sostenibilidad. Como cualquier iniciativa con una marca, las Tropas Naranjas están fuertemente asociadas con el gobierno que las lanzó ("el ex gobernador Ahok"). Pero la popularidad de la iniciativa le ha dado muchos "padres", ya que resuelve un problema real y crea nuevos segmentos: trabajadores de saneamiento bien pagados y residentes de vecindarios limpios por primera vez o sorprendentemente secos. Cuando un concejal de la ciudad criticó a las Tropas Naranjas por ser perezosas a mediados de 2017, su comentario hizo noticia. Si no se convierte en una práctica habitual del gobierno de la ciudad, esta estrategia se enfrentará a diferentes cuestiones de sostenibilidad: financiamiento, desde luego, pero también cuestiones laborales y luchas de poder con otros ministerios.
La espada de doble filo de la publicidad. La visibilidad de las Tropas Naranjas hace que las acciones de los trabajadores tengan valor periodístico, por lo que hay un constante flujo de noticias sobre sus salarios, equipo de seguridad, disputas contractuales, violaciones de campañas y otros escándalos, lo que contrasta con la admiración y la gratitud que inspiran.