Innovación
La División de Derechos Humanos de la Policía de Bogotá está trabajando para desarrollar una relación permanente de confianza entre los residentes y la policía. Mediante datos y grupos de trabajo participativos, la Policía de Bogotá y las organizaciones de la sociedad civil identificaron patrones de discriminación en las fuerzas del orden y diseñaron nuevas estrategias de participación para reconstruir la confianza. Esto incluyó un proceso acelerado para comunicarse con las comunidades afectadas por incidentes específicos e involucrarlas.
Desafío democrático
La legitimidad y la confianza son importantes para todas las funciones urbanas, pero son particularmente esenciales (y frágiles) en el contexto de la seguridad pública y el uso de la fuerza por parte del gobierno. Si los residentes se sienten marginados y oprimidos como resultado de una conducta impropia de algunos oficiales policiales y/o patrones sistemáticos de discriminación, las oportunidades de colaboración para prevenir, detectar y combatir el crimen y el desorden se vuelven limitadas.
¿Cómo lo hicieron?
Los esfuerzos para reformar y renovar la fuerza policial de Bogotá han abarcado varios gobiernos municipales y han incluido una mayor supervisión institucional, el intercambio de estadísticas sobre la delincuencia con el público, la revisión del código de conducta de la policía y la vigilancia comunitaria dirigida específicamente a las comunidades alejadas.
Sobre la base de esas iniciativas, la División de Derechos Humanos estableció una serie de grupos de trabajo participativos para determinar los vacíos existentes en la confianza y crear estrategias para restablecer la legitimidad de la policía. La iniciativa fue respaldada por los dirigentes de la policía y apoyada por organizaciones no gubernamentales. Comenzó con un análisis de las demandas y otras quejas presentadas contra la policía, para identificar patrones de discriminación, particularmente en torno al uso de la fuerza. Estos hallazgos se reflejaron en los esfuerzos de participación tanto a nivel local como nacional:
- La policía creó un proceso acelerado para reunir a las partes interesadas a fin de hacer frente a incidentes delicados de manera integrada y rápida;
- Se designó a oficiales de policía local como "gestores de la participación ciudadana" y se les encomendó la tarea de colaborar directamente con los residentes para restablecer la percepción de oficiales de policía como miembros de la comunidad;
- Se han tenido conversaciones sobre cómo lograr una mayor participación de las comunidades afrodescendientes, indígenas y sordas, incluidos los esfuerzos para mostrar la propia diversidad de la fuerza policial y capacitar a los oficiales en el lenguaje de señas; y
- A nivel nacional, un grupo de trabajo sobre "casos urgentes" reunió al Ministerio de Cultura, al Fiscal General, al Defensor del Pueblo y a la Policía Nacional para analizar y mejorar la forma en que la Policía Nacional y las comunidades locales se relacionan entre sí.