Innovación
La Ciudad de México se ha comprometido a publicar información relacionada con los procesos de compras del gobierno, desde la planificación hasta la implementación, utilizando el Estándar de Datos para la Contratación Abierta (OCDS, por sus siglas en inglés). Con el apoyo de Bloomberg Associates, la Asociación para la Contratación Abierta y el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la ciudad lanzó en 2016 una plataforma interactiva en línea (Contrataciones Abiertas) donde cualquiera puede ver cómo, cuándo y dónde el gobierno está gastando el dinero público. Para animar a los residentes a utilizar esta información, organizaciones de la sociedad civil con el apoyo del gobierno de la Ciudad de México lanzaron "Tu Ciudad, Tus Datos", un concurso para desarrollar usos creativos de estos datos.
Desafío Democrático
Los contratos de compra de la ciudad a menudo son un medio lucrativo para el nepotismo y la corrupción, que malgasta recursos pero que también destruye la confianza del público en el gobierno. Este es un problema universal, pero los líderes de la sociedad civil mexicana entrevistados para este proyecto expresaron un profundo cinismo y resignación ante la debilidad del estado de derecho en cada nivel de gobierno. Hay una percepción generalizada de que las élites actúan por su propio interés y no rinden cuentas, mientras que la gente común se enfrenta a pesadillas burocráticas a cada paso, y la única manera de salir de ellas es con un soborno. Esto crea la sensación de que la democracia, en la práctica, no funciona; a pesar de las reglas e instituciones que se supone que garantizan una toma de decisiones justa y transparente, el sistema sigue funcionando sobre la base del clientelismo. En consecuencia, en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional 2017, México cayó al puesto 135, empatado con estados no democráticos como Rusia y Laos.
¿Cómo lo hicieron?
La historia de contratación abierta de la Ciudad de México representa el tipo de gran cambio que puede ocurrir cuando los intereses e incentivos de actores poderosos y diversos coinciden. Estos incluyeron:
- Voluntad política en la alcaldía. La autoridad que presidió el proyecto, el ex jefe de gobierno Miguel Ángel Mancera, asumió el cargo con un perfil de fiscal y con una clara plataforma de innovación, transparencia y anticorrupción. Según las personas que trabajaron en el proyecto, el decidido esfuerzo de Mancera por la contratación abierta ayudó a dinamizar el proceso y a minimizar las reacciones adversas; con este mandato del líder del gobierno, las agencias se sumaron a la iniciativa. Algo que también resultó útil: la transparencia no se aplicó retroactivamente, ya que sólo se publicaría información sobre nuevos contratos a partir de la fecha de lanzamiento.
- Apoyo de socios internacionales. Bloomberg Associates, una empresa filantrópica de consultoría fundada por el ex alcalde de la ciudad de Nueva York Michael Bloomberg, estaba atenta a las oportunidades de aumentar la transparencia del gobierno y reducir la burocracia. Su investigación indicó que las corporaciones transnacionales estaban evitando oportunidades de participar en licitaciones del sector público en la Ciudad de México debido a la falta de claridad en cuanto a la forma en que se adjudicaban los contratos y a quiénes se adjudicaban. Por lo tanto, Bloomberg Associates recomendó una iniciativa para aumentar y estandarizar la cantidad de información sobre contratos que se está publicando para la Ciudad de México. Al mismo tiempo, la Open Contracting Partnership (Asociación para las Contrataciones Abiertas) buscaba un socio local para poner a prueba el Estándar de Datos para la Contratación Abierta (OCDS). La comunidad de la sociedad civil mexicana ayudó a conectar a estas dos organizaciones y nació una colaboración.
- Compromiso productivo de la sociedad civil. La sociedad civil mexicana está muy consolidada, con organizaciones diversas y confiables que trabajan en toda la gama de temas sociales, económicos y empresariales. Los principales grupos se aliaron con el esfuerzo de contratación abierta y actuaron como asesores, ejecutores y evaluadores independientes. Por ejemplo, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) proporcionó valiosos aportes sobre el contenido y diseño del portal de datos públicos para asegurar que funcionara para los usuarios finales que no son del gobierno. Transparencia Mexicana (el capítulo mexicano de Transparency International) lideró los esfuerzos para asegurar que los datos proporcionados fueran interesantes y útiles para las organizaciones de servicio y los organismos de control, y también dirigió las estrategias por Internet y en otros medios para la participación en la recopilación de datos, incluyendo el Desafío de Tu Ciudad, Tus Datos. (Más sobre este punto abajo).
- Competencia política. La adopción de la contratación abierta en la Ciudad de México coincidió con una campaña de transparencia por parte del gobierno nacional. (México ocupó la presidencia mundial de la Alianza para el Gobierno Abierto de 2014 a 2015). El jefe de gobierno Mancera convenció al presidente Enrique Peña Nieto de que la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México debería estar sujeta a una contratación abierta a través del estándar OCDS, lo que dio lugar a rondas de competencia productiva en los que el gobierno podría alcanzar los hitos más importantes en primer lugar, o bien, publicar datos más abiertos.
- Personal empoderado y capacitado. El proyecto del portal se llevó a cabo entre la Dirección General de Medios de Comunicación y Nuevas Tecnologías y una unidad de Servicios de Tecnologías de la Información y la Comunicación. La primera se sitúa fuera de la estructura burocrática tradicional y tiene la tarea de establecer relaciones con la sociedad civil y comunicarse directamente con el público. La segunda tiene el poder de definir la gestión de las políticas internas de la ciudad, y fue responsable de desarrollar directrices para hacer que el estándar de datos abiertos sea obligatorio e integrarlo en todo el gobierno. En todo momento, la ciudad contó con un talentoso equipo técnico interno que estaba preparado y era capaz de reacondicionar y reciclar a los funcionarios públicos para hacer la transición del papel a lo digital.
De la voluntad política a la realidad administrativa
La colaboración entre estos diversos actores permitió a la Ciudad de México hacer algo más que simplemente compartir información pública. En particular, se convirtieron en la primera ciudad del mundo en publicar datos completos sobre adquisiciones utilizando el Estándar de Datos para la Contratación Abierta (OCDS). El Estándar de Datos es un estándar global y no patentado desarrollado por actores de la sociedad civil, que está estructurado de manera que incluye todas las etapas del proceso de adquisiciones: planificación, licitación, adjudicación, contrato e implementación. Los datos producidos de acuerdo con el estándar son compartibles, reutilizables y de lectura mecánica. Cuantas más entidades utilicen el estándar, más útil será, ya que los programadores crearán herramientas de código abierto para analizar o compartir datos contractuales.
Una buena capacitación para el personal de la ciudad fue clave, dado el temor razonable asociado con ser el primer gobierno en adoptar el OCDS. A nivel táctico, los ejecutores trabajaron muy de cerca con las agencias de adopción temprana. Se llevaron a cabo capacitaciones de práctica guiada, utilizando contratos reales administrados por la agencia, y los capacitadores permanecieron en la institución por otros dos meses después de la transición. Estratégicamente, se hizo un esfuerzo consciente para (a) hacer que los funcionarios públicos tuvieran una mentalidad de "sí podemos", de esforzarse y celebrar los hitos, y (b) comprometerse con la transparencia en el proyecto mismo. Los funcionarios públicos de toda la ciudad pudieron ver que se estaban ejecutando nuevos procesos regularmente, cada trimestre, y que representaban un enfoque totalmente nuevo en lugar de ser un nuevo nivel de burocracia y de `doble trabajo’.
De la realidad administrativa a la utilidad social
La Ciudad de México no se limitó al portal "estándar" de datos abiertos, sino que trabajó cuidadosamente con los socios, durante el diseño y la implementación del proyecto, para ayudar a que las personas reales utilizaran los datos. Esto significaba publicar datos de alto valor (tal y como los definen los usuarios finales), contratar a una empresa social (Gobierno Fácil) para desarrollar visualizaciones atractivas y proporcionar incentivos a los desarrolladores.
El desafío Tu ciudad, tus datos fue un mecanismo clave para iniciar la interacción con la API del portal de datos. El concurso duró dos meses en 2017 y estuvo abierto al público. A los participantes se les asignó la tarea de presentar ideas innovadoras para mejorar la integridad de la contratación gubernamental. Las ideas fueron juzgadas en base al uso de los datos de contratación abierta, la viabilidad, el nivel de innovación y la calidad del equipo. Dos ganadores recibieron 150,000 pesos (USD$8,000) para desarrollar sus ideas: Cívica Digital y Spaceship Labs, que crearon productos para aumentar la accesibilidad de los datos de contratación de la ciudad. Cívica Digital simplificó los datos y los reformateó para que pudieran ser consultados por los ciudadanos, mientras que Spaceship Labs adaptó un programa que ya había creado, Contractobook, para permitir a los ciudadanos buscar simultáneamente en múltiples bases de datos información sobre contratistas empleados por el gobierno.
¿Cuál es el avance?
El primer éxito del proyecto se produjo en junio de 2016, cuando el Secretario de Hacienda publicó 45 contratos. Para julio de 2017, se habían cargado 800 contratos de seis agencias, lo que representaba un gasto público de 700 millones de pesos. A septiembre de 2018, el portal contaba con más de 1,200 procedimientos de contratación que equivalían a más de 2,000 millones de pesos de gasto público de 19 agencias.
Consideraciones
- Sostenibilidad. El marco legal para la publicación de datos se estableció por decreto presidencial, que podría ser revocado por futuros gobiernos. Pero los proponentes dijeron que es probable que se mantenga porque se ajusta a una estrategia nacional hacia una mayor transparencia, y porque a menudo no resulta muy acertado revertir oficialmente reformas de transparencia.
- Pasando las modas pasajeras. Las tendencias y el pensamiento en grupo sobre la financiación y programación de las ONG pueden plantear dificultades en torno a la sostenibilidad (es decir, cuando el interés en un tema en particular se desvanece) o el impacto (es decir, cuando el interés en una nueva tecnología conduce al solucionismo.) Pero las tendencias también pueden presentar oportunidades para quienes trabajan en la reforma del gobierno y buscan socios externos. Según un entrevistado, los proyectos de mapeo eran populares hace una década, seguidos por una obsesión por la visualización hace unos cinco años, y el afán actual es el de trabajar con 'datos técnicos'. Adaptarse a esta tendencia a veces puede atraer subvenciones para apoyar las innovaciones.